EL DIABLO
La figura del diablo en este tarot está representada por el príncipe de las tinieblas Baphomet, un ídolo pagano, de cuya veneración se acusaba a los Caballeros Templarios. Es el principio de libertad (obviamente se convierte en rebelión porque encuentra obstáculos con los que no se puede comprometer), el que intenta dominar todos los elementos de la naturaleza, que aparecen bajo símbolos en la carta (aire en las alas, tierra en los sirvientes, agua en el río abajo y sus pies en forma de anfibio, fuego en las llamas que salen del casco en forma de cuerno). Está en perfecto equilibrio con la dualidad tanto externa como interna: externa porque en realidad tiene dos sirvientes o demonios o potencias (Yin y Yang) encadenados no a él sino a su pedestal, es decir, los domina pero no los esclaviza, usa ellos pero no está apegado a ellos (difícil por ejemplo usar el dinero pero no estar apegado al dinero y esto se aplica a todo), entonces el diablo es libre, no como muchos piensan que te encadena a la pasión (eres tu que te amarar a la pasion de èl, su pedestal), que es un demonio inferior , su criado que es bastante diferente; interno porque es un demonio con una doble naturaleza: pechos femeninos y pene masculino, símbolo de plenitud, bisexualidad interna, como dice la Biblia: Dios es masculino y femenino. La espada, símbolo de la justicia, pero no en la mano derecha como la justicia, sino en la izquierda, porque no hace derecho público, sino juicio interior, comparación, perspicacia, es la opinión oculta del sabio, sin necesidad de protagonismo o aprobación de los demàs.
Las manos son una arriba y otra abajo (tanto en el cielo como en la tierra) y son un símbolo de la acción que debe descender, tener los pies en la tierra, en la realidad (coagular) para tener una experiencia concreta y luego encontrar tu creencia (solvencia). De hecho en algunas cartas està escrito en los brazos del diablo estas dos frases en latín: coagula et solve.
La letra hebrea vinculada es Samekh, el soporte o el apoyo, es como una red de rescate extendida en el fondo de la creación para mantener dentro de ella a todos aquellos que se tambalean, se acercan al Abismo y caen en él. Es una letras cerrada por todos lados, la única de las veintidós, y alude a la ciudad ideal en la que no entrarán más impurezas.
"SUFRIENDO SE APRENDE Y SE PAGAN LAS DEUDAS DE ESTE MUNDO"
Asociado al nùmero 15. Abandonarse a las experiencias sin juicio alguno, la necesidad de probar las pasiones de la vida sin un por què, solo por vivirlas. Abajo a la izquierda su correspondencia astrològica : Neptuno en Leo. Rige la generosidad, la simpatía, la naturaleza sociable y expresiva, el gusto por los placeres y las manifestaciones artísticas, el carácter comprensivo y concienzudo en sus relaciones con los demás, la vibración, la oscilación, la fluctuación. En su aspecto negativo rige la falta
de ética y moral, la naturaleza frívola e inestable. Corresponde a la decimoquinta letra hebrea, "Samej": la divinidad, el Fuego Creador, infinitud, abundancia. Representa: el espíritu encadenado, el deseo en su máxima fuerza, la sombra, la oscuridad en contraposición a la luz, la dualidad en conflicto, la confusión.
En el margen superior izquierdo está el ideograma del nudo, símbolo de vínculos negativos, de ataduras e impedimentos, y del hombre que permanece encadenado. La cabeza de un macho cabrío rebasa el plano superior desde el plano central como signo de jerarquía y autoridad. De la coronilla sobresalen dos cuernos que soportan una cobra cada uno de ellos. Simbolo de la anbiguedad dual. .Las plumas de avestruz son el atributo de la diosa Maat, la diosa del destino. .Los cuernos simbolizan a la "bestia", personificación de la maldad. Se sitúan debajo de las plumas para indicar que las virtudes de Maat se utilizan negativamente, que la inteligencia y el conocimiento se usan para hacer el mal.
Este plano comprende la figura de un macho cabrío o "espíritu del mal". Se trata de un ser andrógino con apariencia de hombre, busto de mujer y cola de reptil. Con su mano izquierda sostiene el cetro egipcio denominado Uas o Was, símbolo de dominio, fuerza y poder. En las manos del macho cabrío, dicho cetro expresa el dominio de lo material sobre lo espiritual. La cobra, que sostiene en su mano derecha, representa el aspecto negativo de la naturaleza humana. Su cola de reptil hace alusión a los instintos primitivos que son inherentes a todo ser humano.
El espacio inferior está abarcado por una pirámide, representación de la cámara funeraria o de los muertos. Figura el paso del alma humana del mundo material al mundo del espíritu, la negatividad y el sufrimiento del plano físico, y constituye un aviso contra la "muerte interior", entendida como oscuridad interna.
Fuentes: "El Libro del Tarot Egipcio" de Bibiana Rovira
EL LADO BRILLANTE DEL DIABLO
Baphomet es un demonio representado como Brass, negro pero no por naturaleza sino inherente por los errores cometidos, la tarea alquímica es pulirlo, hacer que vuelva a ser Blanco. Hay dos Arcanos que abren las puertas al triángulo inferior de la materia en el árbol de la vida: la muerte y el diablo. Cuando la carta es negativa entonces el mal actúa como siempre, ya sea por defecto o por exceso: por defecto uno está descargado, apático, no hay propósito en la vida, el pasado es un pozo donde uno ha permanecido meditando y lamentandose; por exceso es una fuerza destructiva, el mal se elige de manera patológica, se siente placer en el engaño y la maldad.
Si, por el contrario, recorremos el camino central, el diablo nos mostraría nuestros límites y gracias a él podríamos descubrir nuestro lado oscuro, no enfrentarnos al demonio que todos llevan consigo mismos, significa excluirnos de la posibilidad de conocernos plenamente por lo que somos: caídos y, a veces, incluso decaídos.
DIABLO (Tarot Luis Royo)
Inconformista, aventurero, de espíritu libre, siempre quiere traspasar los límites pero no por el afán de desobedecer sino por saber más e ir más allá. La curiosidad es la energía más fuerte y el deseo de novedad, diversión y vida sin muchas complicaciones, los demás te malinterpretan como una transgresión, para ti es simplemente un empujón vital. Te cuesta hacer amistades profundas porque no encuentras el lugar adecuado para soltar tanta energía, por eso muchas veces ni siquiera encuentras un trabajo que te satisfaga plenamente, o un hobby, o un amor, pero si lo encuentras, eso se conviertes en un paraíso infernal. Busca la concreción, la realidad, la acción, por eso luchas hacia las cosas abstractas, espirituales, virtuales. Entonces tienes sed de la verdad pero no la conectas inmediatamente con el mundo espiritual, incluso el mundo científico te fascina y podría ser suficiente para ti.
EL DIABLO (Rich Black Tarot)
Es la evolución de los amantes (número 15 = 5 + 1 = 6 Amantes). En el Arcano 6 los amantes eran libres, aquí están encadenados; allí quedaron a merced del golpe de cupido, del instinto de elegir, aquí están a merced del poder del diablo que los llevará a traspasar los límites. El diablo, sin embargo, no es sólo ese antagonista de lo divino, sino que es precisamente esa parte desconocida en nosotros que cree estar del lado de lo divino pero en realidad es inmadura, irreal, es decir falsa y por lo tanto debe venir a luz (hay que ver que detrás del diablo sobre el amante se esconde cabalísticamente hablando o calculando también el Mago 1 + el Papa 5 = 6. Y finalmente otra pareja infiel porque no se combinan con su pareja: el papa 2 + el Emperador 4 = 6. Así encontramos el triple 6.6.6: cuando estos 6 personajes en nosotros no actúan según su vocación (2 amantes, el Papa, el Mago, la Papisa y el Emperador) en nosotros el Diablo toma las riendas y la mano superior.
EL DESPERTAR DE LOS AMANTES
Hay 5 arcanos en el Tarot que tienen el hilo conductor, tienen una linfa interior a través de la cual podemos entender el misterio del amor. El primer arcano 5 es el Papa, son nuestros padres, la ley, la moral que impone una cierta concepción sobre el amor, de hecho a los pies del Papa hay dos discípulos, son los amantes adoctrinados. También son nuestras dimensiones psicológicas (Yin y Yang). Pero estos niños crecen y en la juventud estalla la pasión, la flecha de Cupido, el juguetón y por el destino vivimos el amor en esa edad como un juego, sin conocer las reglas, obviamente confundimos el amor con el sexo que es más inmediato y evidente. Pero de esas vivencias muchas veces caemos en la trampa y aquí está el secreto del arcano 15 del Diablo, donde los amantes están sujetos o vinculados a sus condicionamientos (traumas), en cadenas. Ahora quièn enseña en lugar del Papa es el Diablo: son los dolores de las frustraciones los que enseñan más profundamente (lo escrito con sangre no se puede olvidar). Quien vence al diablo se despierta, pero gracias a este diablo se renace y luego quièn golpea nuestro niño interior es el Sol (ya no Cupido), es la verdad, la luz. Entonces nace en nosotros el niño interior que se ve a sí mismo resucitando de una tumba en el arcano 20 del Juicio. Si conectamos los colores azules de las cartas descubrimos que todo lo divino en cada carta fue la clave para hacer esta transformación evolutiva: los guantes del Papa son el cariño paterno y materno, las columnas son la tradición y los mantos el calor de la infancia. Las alas de Cupido como las nubes del Juicio son los pensamientos introspectivos, el Diablo que te hace ver el error materializarse en tu maldad es la consciencia y las gotas de lluvia solar en los pañales de los bebés, son la humedad necesaria para ablandar la tierra nueva que es la tumba (el inconsciente) de donde surge el Niño interior: la iluminación.
PD: ¡El primer amor no se olvida y de hecho hay azul en la chica de la que estábamos enamorados cuando éramos jóvenes!
EL DIABLO (El Tarot Hermético de Godfrey Dowson)
Recordemos que en la base de la doctrina pitagórica encontramos el dogma que afirma que las formas corresponden a los números, por lo que la verdadera naturaleza del mundo, como de las cosas singulares, consiste en un orden geométrico y mensurable. El número 15 representa en numerología el secreto, la magia, lo oculto y el poder de la energía universal, la sugestión, la influencia, el encanto, el inconsciente, la revolución. El Diablo encarna la culminación del proceso alquímico, la unión de fuerzas opuestas para crear luz astral, la base de la magia y, finalmente, la iluminación. Es Lucifer, el portador de la luz, precipitado del cielo y clavado en el punto de equilibrio de todas las fuerzas en el centro de la Tierra, es el coágulo de todas las energías, el Sol negro. En la psique representa el poder puro del deseo, la atracción y la repulsión, de la fricción entre los elementos -como el masculino y el femenino- que alcanza el estado de chispa. Es el estado oscurecido de la conciencia, impulsado a reaccionar por el potencial interno no expresado. La presencia en sí misma es una fuente constante de conflicto. Tanto el miedo como la admiración por este potencial son las cadenas con las que contamina y unce la mente. Su función evolutiva es sacudir y alertar, es decir, despertar la conciencia dormida, para el llamado a librar la batalla espiritual más importante, aquella contra la esclavitud mental.
EN "PRINCIPIO" NO HABÍA EL DIABLO CRISTIANO
La demonología cristiana es mucho más tardía que la judía y, más aún, hay que tener en cuenta que los judíos trajeron estas concesiones desde Babilonia, son de origen asirio, persa, sumerio, lo que significa que el DIABLO realmente NO EXISTIÓ en el pensamiento original, ni del cristianismo ni del judaísmo. La verdadera demonología estuvo casi ausente en el mundo judío-cristiano primitivo. Todo lo que los cristianos y los judíos dicen sobre el diablo son relecturas, aplicaciones y adaptaciones a su fe. En el Tarot egipcio, en cambio, los demonios ya existían.
Veamos la foto en cuestión de esta publicación. Aparece en el libro "Le Livre de la Vigne nostra Seigneur" (s. XV), donde Satanás sufre el juicio final por parte de Jesús que lo està condenando, pero esta es una interpretación cristiana revisada del Tarot y no al revés.
Pero, ¿quiénes son esos otros 2 demonios al lado de Satanás? Los demonios representan entidades del panteón infernal en muchas culturas, divididas en jerarquías "militares" llamadas "legiones". Cada demonio está dotado de características peculiares, como diferentes funciones y habilidades, por ejemplo: Abaddon, "perdición", Asmodeo, "espíritu de juicio", Baalzebub, "señor de las moscas", Satanás, "adversario", Samael, " veneno de Dios ”, Behemot,“ gran bestia ”. En el trono de Satanás se le unieron 2 demonios super poderosos: Leviatán y Belcebú.
Sin embargo, para la interpretación del Tarot creo que conviene hacer algo de arqueología de la demonología, dejando de lado las interpretaciones cristianas y judías que son, repito, posteriores y en ocasiones engañosas.
El diablo - El Dios Pan
En el camino que se sigue tras el equilibrio de la templanza es normal que finalmente se vea la propia sombra, el misterio del Diablo. Es un arcano temido, de hecho mal visto, siempre como negativo, pero precisamente por el miedo que tenemos de descubrir que ese diablo es nuestra actitud interior, nuestra forma de actuar en secreto los aspectos de nuestra personalidad que no nos gustan y que nos traen dificultades para poseernos.
En el Tarot mitológico está emparejado con un Sátiro, una criatura indefinida, mitad hombre y mitad cabra que baila al son de las flautas que toca con su mano izquierda. La cabra es un símbolo del instinto animal malvado e irracional, pero recordemos que esas patas de cabra saben cómo encontrar un equilibrio fantástico en medio de las montañas más escarpadas. La cabra era un chivo expiatorio donde las personas proyectan el lado inferior de sí mismas para sentirse más rectas. Y de hecho, nosotros solemos lavarnos las manos diciendo que el diablo me tentó, que todo es culpa del diablo, para no admitir que somos nosotros los diablos. Este es el aspecto gracioso y divertido de cómo nos engañamos a nosotros mismos, es el dios juguetón Pan, el plano más superficial de la existencia al que estamos gratamente sujetos (aunque en verdad estamos atados por cadenas, pero parece como si la gente terminara amando esas cadenas de la diversión, la fama, su carrera), aquí en la imagen representada con las figuras humanas, diminutas y desnudas, esclavas, que son nuestro mundo dual en las garras del encanto de la música de Pan, dentro de una cueva oscura que significa cómo Pan vive en el reino más inalcanzable del inconsciente.
Simbólicamente Pan es la imagen de la esclavitud de los aspectos más instintivos de la naturaleza humana en particular las pasiones sin razón y representa nuestro lado oscuro que contiene todos los aspectos de nuestra personalidad que hubiéramos preferido no conocer. Pan nos fascina porque nos muestra la belleza de los placeres de la vida, nos satisface pero luego, cuando estamos a punto de vomitar, no nos dice el motivo de tal plenitud de tedio y fastidio, de aburrimiento y tristeza. Nos emborracha de sentido sin darnos nunca una razón por la que perdemos la misma razón. Los cristianos copiaron mucho de la iconografia del Dios Pan para pintar su diablo cristiano: cola, cuernos, patas de cabra.
"Soy parte de esa fuerza que siempre quiere el mal y trabaja para el bien"
Mephisto, en "Fausto" de Goethe
(Foto: The Devil Tarot Blackout Curtain de Cafelab)
BAPHOMET, EL ARCÁNO DEL DIABLO EN EL TAROT
La figura del Arcano del Diablo con toda la simbología que se esconde detrás de la figura de Baphomet merece una atenta observación. Es andrógino, masculino y femenino, tiene el falo y los senos, son las dos dimensiones psicológicas del alma bien equilibradas e integradas, Yang y Yin, activa y pasiva, intuitiva e instintiva. Alas de murciélago porque puede volar en la noche, por lo que ve la luz en la oscuridad. la verdad en el inconsciente. Los brazos indican uno el cielo y el otro la tierra, (así como el cielo en la tierra) y en correspondencia dos escrituras en los brazos: resolver y coagular. La energía que coagula es la que se encarna, que da vida a todo, cuando nos identificamos, cuando ponemos en práctica una idea, es la encarnación de la materia, pero una vez entendida la verdad debe disolverse, no debemos apegarnos a nada, ni siquiera al bien, se volvería malo. Si cesa este ciclo entre la coagulación y la disolución, se crean apegos y no hay más circulación de energía, uno se atasca o en la emoción femenina o en la abstracción masculina. El falo está retorcido por 2 serpientes, una blanca y otra negra, el bien y el mal, porque en este caso (el poder del falo) El Diablo se convierte en un potencial psíquico para comprender nuestros instintos más bajos y nuestras tendencias egoicas, revela nuestro ser humano y dimensión animal, salvaje pero también divino. El diablo por tanto es portador de Luz, es decir, te revela tu falsedad, tus defectos, te pone frente a la evidencia de tus fracasos, tenerle miedo es rehusar el cambio, huir al diablo es huir de ti mismo. Por eso hay que afrontarlo, no puedes vencer a un enemigo si no lo conoces, pero una vez que lo conoces te das cuenta de que no hay que eliminarlo sino integrarlo (ama a tu enemigo, dijo Jesús, es decir, ámate a ti mismo) solo si te conoces a ti mismo. Los cuernos son símbolo de poder, de fuerza, en la antigüedad eran símbolo de inteligencia, estos forman los dos primeros puntos de la estrella invertida que, sin embargo, si se analizan bien dentro de esa estrella, uniendo siempre los 5 ángulos internos, la La estrella de 5 puntas no invertida se reforma al derecho, porque el diablo juega a este juego: invertir la verdad no solo te revela lo falso sino que detrás de esa mentira hay otra verdad.
Si no hay tentación no hay virtud, sin comparación no hay diferencia y sin esto nunca podríamos tener claridad, como luz sin sombras nunca podríamos distinguir formas, Lucifer es indispensable, es esa parte de Dios que aparentemente nos obstaculiza pero en verdad nos impulsa a superar esos obstáculos para superarnos a nosotros mismos.
Por tanto, Lucifer es en nosotros el Prometeo encadenado que podría darnos el don de los dioses,
el fuego de la verdad. Recordemos en la estrella las cinco puntas del pentagrama interior simbolizan los cinco elementos metafísicos de agua, aire, fuego, tierra y espíritu. Estos cinco elementos sintetizarían los grupos en los que se organizan todas las fuerzas elementales, espiritistas y divinas del universo. El punto superior es el espíritu, en cambio en la estrella invertida los 2 puntos en la parte superior son el fuego y el agua, equilibrio de materia que es igualmente equivalente a una visión muy espiritual, por lo que no se puede ver nada satánico o blasfemo en el reverso de la estrella. Este es un pensamiento acusatorio de origen cristiano y de un entendimiento falso que dan los satanistas sin educación, los falso adoradores del diablo porque la adoraciòn es una cosa buena y el diablo no la admite: no admite siervos que le obedezcan porque la obediencia es un bien y èl no admite algún bien, por lo cual quién dice que es satanista no conoce al diablo, adoran y sirven solo a si mismos y sus falsas fantasías. El diablo como Dios es una potencialidad psíquica, son la sublimación de todos nuestros limites.
En defensa del diablo, hay que decir que
solo hemos escuchado una versiòn, porquè Dios escribió todos los libros.
(Samuel Butler)
ERin Kelso Tarot, Arcano 15, el Diablo
EL DIABLO ES EL INCONSCIENTE DE DIOS
ES DIOS CUANDO SE EMBORRACHA
¿Qué hace un artista cuando crea una obra? sobre todo a través del arte da forma a sus proyecciones inconscientes tanto sublimes como monstruosas. ¿Qué hace Dios cuando crea al hombre? lo mismo, de todos modos somos el reflejo divino de su límite. Cuando Sartre dice que el hombre es el infierno de Dios no explica nada más lo que llamamos el inconsciente, es la sombra potencial donde escondemos nuestros límites: Dios y el Diablo son las sublimaciones de los limites humanos. El diablo es el inconsciente de Dios, el diablo es Dios cuando se emborracha y nosotros no somos más que la pesadilla de sus sueños, por eso Dios de frente a la naturaleza del hombre que se condena es un frustrado, no logra por màs que haga milagros que su obra sea perfecta. El Dios que nos crea se refleja en nosotros (narciso) y tenemos esta tendencia antinatural a buscarnos en todo lo que hacemos. Y vilmente le damos la culpa a Diablo porque no tenemos el coraje de darsela a Dios: porque cuando acusamos somos casi siempre inconscientes.
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